Entre
las variables de discriminación se encuentra la de niños con necesidades
educativas especiales (nee), asociadas tanto a discapacidad como a sobre dotación.
Entre las
variables de discriminación se encuentra la de niños con necesidades
educativas especiales (nee), asociadas tanto a discapacidad como a
sobredotación.
Así, la discapacidad se ha convertido en un factor excluyente en materia de
educación. Niños con algún tipo de trastorno de atención, por ejemplo, han sido
catalogados como alumnos perturbadores, y sus padres han debido buscar una
alternativa que les brinde educación.
¿QUE HACER?
Desde
la escuela, analicemos la forma en que ésta interactúa con lo que nuestros
hijos aportan.
Propiciemos, junto con los profesores en las aulas, una
educación menos selectiva; que apueste a resaltar las competencias propias de cada
niño y que rechace la segregación y el aislamiento de niños con discapacidades.
Desde los hogares,
contribuyamos a crear un clima de respeto hacia las diferencias, de solidaridad
y convivencia. Las discusiones abiertas, en cada casa,
acerca del prejuicio, los estereotipos y la exclusión tienen el potencial de
arribar, entre toda la familia,
a conclusiones tales como:
-no
juzguemos a la gente por su apariencia,busquemos rasgos en común.
Asimismo,
debemos propiciar en nuestros hijos la conciencia de sus derechos. Cada niño
debe conocer su derecho a ser incluido, valorado y respetado por quién es, en
un mundo cada
vez más diverso y plural.
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