La Fenilcetonuria se trata de una enfermedad infantil metabólica
progresiva, severa, que puede producir retraso mental si no se trata a tiempo.
Sus causas.
Se debe al déficit de una
enzima del hígado, la fenil alanín hidroxilasa, que interviene en el
metabolismo de un aminoácido, la fenilalanina, provocando un acúmulo excesivo
de ésta en los líquidos del organismo. Una enzima es una proteína capaz de
activar indirectamente una reacción química.
A través de la síntesis de la fenilalanina por la
enzima fenil alanín hidroxilasa (PAH) se obtiene
tirosina, que se transforma en L-DOPA que es
un potente neurotransmisor imprescindible para el correcto desarrollo
neurológico.
La fenilalanina, junto
con otros siete aminoácidos (tirosina, valina, triptófano, lisina, isoleucina,
leucina y metionina) forman un grupo denominados aminoácidos esenciales, que
son los que dan lugar al resto de los aminoácidos de los que estamos compuestos
y para obtenerlos hay que ingerirlos en la dieta.
Es una enfermedad
hereditaria con carácter autosómico recesivo:
·
Ambos padres deben tener el gen defectuoso.
·
La probabilidad de que el gen anómalo se
transmita a los hijos es del 75%:
o 25% de probabilidades
de heredar los dos genes defectuosos y por tanto sufrir la enfermedad.
o 50% llevan una copia
defectuosa que pueden pasar a la descendencia y una copia normal: son
portadores sanos.
·
25% no tienen ninguna copia defectuosa
del gen por lo que no padecen la enfermedad ni puede transmitirla a la
descendencia.
·
Las probabilidades son independientes en
cada embarazo.
PADRE PORTADOR (NA)
|
(NA)
|
||
HIJO PORTADOR (NA)
|
HIJO SANO (NN)
|
HIJO PORTADOR (NA)
|
HIJO ENFERMO (AA)
|
·
A: Gen anormal
·
N: Gen normal
Sus síntomas.
Aunque los niveles de
fenilalanina estén aumentados, el periodo neonatal cursa sin síntomas, pero en
ausencia de tratamiento se llega un retraso mental permanente.
Después comienzan a
desinteresarse por lo que ocurre a su alrededor y al año ya tienen retardo
mental con irritabilidad, inquietos e incluso destructivos.
Otros hallazgos:
·
Vómitos.
·
Irritabilidad.
·
Piel seca, con frecuentes erupciones.
Pelo claro.
·
Orina de olor a “ratón”: los niños eliminan gran cantidad de ácido
fenilpirúvico, que es un derivado del ácido acético que es el que secretan los roedores
en su orina.
·
Convulsiones: sobre todo los más
gravemente afectados.
·
El desarrollo físico y la estatura son
normales.
Existen otras dos formas muy raras de la enfermedad:
defecto enzimático de la “dihidrobiopterina reductasa”
(no hay tratamiento disponible, pero afortunadamente es muy poco
frecuente: hay dos casos en España) y del “cofactor no proteico BH4” que se presenta un caso por
cada 100.000 nacidos vivos y sí tiene tratamiento.
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